NECESIDADES NUTRICIONALES DEL ADOLESCENTE
El crecimiento y el desarrollo son rápidos durante la
adolescencia. Se producen grandes cambios físicos y fisiológicos durante la
aparición de los caracteres sexuales secundarios. Por lo tanto, las necesidades
energéticas son altas.
El “estirón” o inicio del crecimiento acelerado comienza
generalmente alrededor de la edad de 10 años en los varones y de 12 años en las
mujeres. En promedio, la talla se incrementa 23 centímetros y el peso, 20-26
kilos. Antes de adolescencia, las chicas y los chicos tienen un promedio de
grasas de cuerpo del 15%. Durante adolescencia el porcentaje de grasa corporal
aumenta a cerca del 20% en las chicas y disminuye cerca de 10% en los chicos.
Así, en este periodo la persona adquiere el 40-50% del peso definitivo, el 20%
de la talla adulta y hasta el 50% de la masa esquelética.
Las demandas
alimentarias varían entre los chicos y las chicas: los chicos necesitan más
proteínas y energía que las chicas debido a un mayor crecimiento.
DISTRIBUCIÓN DE COMIDAS A LO LARGO DEL DÍA
Distribuir la alimentación en 4 ó 5 comidas al día
(desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena)
El desayuno: lácteo y cereales (galletas, cereales de
desayuno, tostadas, bollería sencilla…). Si además se incluye una fruta o su
zumo, mejor aún.
Almuerzos y meriendas: limitar los productos de repostería
industrial, snacks, refrescos y golosinas que “llenan” pero que no alimentan
(alimentos supérfluos con un elevado contenido de calorías, a consumir en
pequeña cantidad o esporádicamente) Favorecer la ingesta de bocadillos
preparados en casa, frutas y productos lácteos, sin abusar de los embutidos,
patés y quesos grasos.
- La comida: en nuestra sociedad la comida constituye la principal toma de alimentos del día y es el momento de encuentro que favorece la relación familiar y la enseñanza o aprendizaje de los hábitos de alimentación. Por ello se debe propiciar un clima tranquilo, sosegado, sin interferencias (TV, radio, animales…) Se han de evitar en lo posible la anarquía en los horarios, la preparación de alimentos a última hora, las interrupciones largas entre plato y plato, comer con mucha rapidez. La comida debe ser variada, completa y de acuerdo a las necesidades del adolescente.
- Primer plato: arroz, legumbres, pasta, ensaladas o verduras con patata, en los que esporádicamente puede añadirse para completar, algo de carne o derivados cárnicos, pescado, huevos, etc. El valor nutritivo de este primer plato es el aporte energético, principalmente a expensas de los hidratos de carbono complejos. Es importante acostumbrar a los adolescentes a tomarlo porque las necesidades energéticas son las primeras que deben cubrirse si se quiere que las proteínas de los alimentos cumplan en el organismo la función de formar tejidos y favorecer el crecimiento.
- Segundo plato: carnes, derivados cárnicos, pescado o huevos. Estos alimentos deben aparecer en cantidades moderadas (el hambre no debe saciarse a base de proteínas) Pueden acompañarse de una guarnición de ensalada o verduras o de legumbres o patatas (no siempre fritas, también al horno, en puré…)
- Postres: lo mejor es incluir una fruta y alternar con productos lácteos sencillos (yogur, petit suisse, etc.)
- La cena: se debería tender a que fuese otro momento de encuentro alrededor de la mesa, en ambiente tranquilo y evitando distracciones. La cena debe ser más ligera que la comida, y lo antes posible para que dé tiempo de hacer la digestión y dormir bien. Si se come en el comedor escolar, conviene saber de qué platos están compuestos los menús para adaptar la cena y que la dieta sea equilibrada.
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